jueves, 10 de septiembre de 2009

El coche eléctrico pisa el acelerador

El Ministerio de Industria presenta hoy el Plan Movele, un proyecto piloto que intenta, mediante un programa de ayudas, animar a la ciudadanía que realiza el 95 por ciento de su movilidad en ciudad a que se plantee la compra de un vehículo de este tipo.

Se introducen en el mercado tímidamente, pasan desapercibidos, entre otras cosas porque su motor es completamente silencioso, pero también porque aún su caché es de artículo de lujo. Su enemigo público es un elevado precio.

«¿Y cuánto cuesta un utilitario de estos?», pregunta María B., una empleada de banca, que tras escuchar las bondades del nuevo Mitsubishi iMiev (cuya gama podría equipararse a la del Ford Ka o el antiguo Citröen Saxo) se plantea su adquisición cuando se comercialicen a partir de 2010. En Japón cuesta unos 32.000 euros, pero aquí en España dependerá del mercado y de múltiples factores, por ejemplo un Fiat 500 cuesta 49.300. «¡Dios Mío!», exclama sorprendida, «yo pensé que me ibas a decir unos 8.000 euros». Su reacción no es aislada, se corresponde con la opinión popular, incluida la de los fabricantes. Miguel Ángel Cano, director de Comunicación de Mitsubishi, asegura que este es uno de los miedos de la población. El otro es su, todavía, limitada autonomía y los tiempos de recarga.

Los coches del futuro, por ahora son prototipos que los Gobiernos quieren impulsar para mitigar la crisis económica y frenar en el futuro el grado de dependencia que los países tienen del petróleo (un carburante que dibuja unos efectos inflacionistas que por ahora no dibujan las compañías eléctricas). Estos vehículos reducen los gases contaminantes en la ciudad y además, si se logra que la recarga de la batería se realice con energías renovables, (hay parques eólicos que funcionan por la noche y cuya energía se pierde) ya que todavía hoy la eléctrica que utilizamos procede del petróleo, se evitará la dependencia de los combustibles fósiles, además de respetar el medio ambiente. En su contra juegan otros factores como la autonomía, la desconfianza o el desconocimiento.

Plan Movele

El Ministerio de Industria ha querido formar parte del cambio energético que pronostica, y se ha puesto las pilas para no quedarse relegado. Primero con la modificación de la Ley General de Electricidad el pasado mes de junio que liberaliza el mercado y después con la movilidad.
«Tenemos que entenderlo como una oportunidad para nuestro sector automovilístico -expresa Juan Luis Plá, jefe del departamento de transportes de IDAE y responsable del proyecto Movele del Ministerio- es el momento dehacer que España asuma su lugar como industria puntera en el montaje de automóviles, el coche eléctrico nos brinda esa oportunidad, (el vehículo llamado Gorila se monta en Zaragoza)». Todo porque para Plá, el proceso ya ha comenzado, «el que no lo quiera ver que no lo vea, pero esto no tiene vuelta atrás», finaliza.

Hoy el ministro de Industria, Miguel Sebastián junto a fabricantes y compañías eléctricas, así como los consistorios de Madrid, Barcelona y Sevilla, adscritos al proyecto, presentan el Plan Movele, que observa una serie de ayudas y subvenciones (de hasta 7.000 euros en automóviles y hasta 20.000 para vehículos de alto tonelaje) que faciliten la implantación de esta movilidad eléctrica en las ciudades españolas. El plan se puso en marcha en septiembre de 2008 cuando comenzaron en el Ejecutivo los aires de «activación de la eficacia energética», para reducir la dependencia de energía de cara al futuro, las emisiones contaminantes, incorporar más energías renovables al sistema y potenciar el sector industrial.

El IDAE, Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, se responsabiliza de este proyecto, que Juan Luis Plá defiende como si fuera un hijo. Plantea que para 2011 se electrifiquen las flotas cautivas de las administraciones públicas: unos 2.000 vehículos. Pero el camino no es sencillo y para inyectar confianza a la población, hay que dar ejemplo. Por ello, prevé un abanico de subvenciones y mecanismos como el «leasing» o el «renting» para incentivar la adquisición. Primero irán a parar a las flotas de los ayuntamientos. Aunque nunca se podrá renovar totalmente cada flota, ese es el objetivo prioritario. «Los ejecutivos no van a poder afrontar el coste, ni siquiera con las ayudas», subraya Cano. A partir de 2011, «cuando comience a ampliarse la oferta, y haya más marcas que apuesten, será más accesible y asequible», apunta Juan Luis Plá.

Sólo para ciudad
«No se excluye a nadie, todo el mundo puede acogerse», explica Plá, «pero hay que tomárselo con calma por su precio», y en este sentido llama la atención a los particulares, «no tiene por qué ser un turismo, puede ser un ciclomotor», es un producto pensado, al menos por ahora, para ciudad. De hecho, anima, «si el 90 por ciento de su movilidad se realiza dentro de la urbe, yo me compraría uno». La gama de vehículos aún es de baja cilindrada, motocicletas, cuatriciclos y utilitarios de escasa potencia, que no superan, en la mayoría de los casos, los 160 Km de autonomía (aunque se ha anunciado el modelo Tesla S Coupé para 2010 con autonomía de 480 km por 45.000 euros). Además, lo que más los encarece son las baterías de ion litio, lo más difícil de amortizar, pero también lo que reduce el coste de mantenimiento del automóvil. Su tiempo de carga supone otro freno a este coche, pues oscila entre seis y ocho horas, de ahí que se recomiende cargarlo durante la noche en los aparcamientos (también el coste electricidad es más barato).

IDAE prevé además de aumentar el número de «parkings», instalar 550 puntos de recarga entre Madrid (280 postes), Barcelona (191) y Sevilla (75). Se trata de cargadores trifásicos, que reducen el tiempo de siete horas hasta casi 20 minutos.


Madrid carga sus baterías con el transporte eléctrico
Muchos vehículos ya funcionan con energía eléctrica en la capital. Es el caso de 20 «minibuses» de la EMT que cuentan con una autonomía de tan solo 12 horas. Algo que dificulta que existan grandes autobuses eléctricos. Pero es sólo el comienzo. En la ciudad ya existe un aparcamiento en Duque de Pastrana, pionero al contar con 36 puntos de conexión en los que se pueden alimentar hasta 57 vehículos eléctricos.